Reinterpretar los momentos.
La existencia nos llena con imágenes a nuestro alrededor los cuales son esos pequeños instantes inmortalizados por la cámara o la mente que interpreta cada escena, la hace suya, la desmiembra y la recompone. Jamás un segundo volverá a ser igual que el anterior, cada personaje o contexto será modificado por el paso del tiempo que irremediablemente le sentenciará. He aquí al fotoperiodismo como una forma de coexistencia entre el observado y el observador, el actor y el intruso que lo retrata sin juzgarle, aquel intruso que con cámara en mano intenta apropiarse de cada suspiro al sonido del obturador. Pero la vida fluye y cada paso de la misma se crea, se destruye bajo los efectos de la cotidianidad o del exotismo que se tiene adelante y que gracias a la luz se visualiza para poder recrear una fotografía poderosa que evoque sustancialmente aquella situación. Las imágenes expuestas representan gráficamente estas ideas. Son la inmediatez de un disparo, el resultado mi cacería y su preservación, para hacerlas parte de una memoria colectiva y de mi propia reinterpretación sobre aquellos momentos detenidos en el tiempo.
Hugo Borges.
